¿Te apetece vestir tu cama de una forma diferente para potenciar los colores y las sensaciones del verano? Los días de verano son una invitación a cambiar la ropa de cama por tonos más alegres y llamativos, os mostramos algunas ideas.
Vestir la cama en verano es la oportunidad de dejar atrás los colores más sobrios y apagados del invierno para potenciar las tonalidades más vitales del verano. Al igual que aparecen nuevos tejidos y texturas, como el lino, el algodón fino, la seda, mientras que solemos guardar la lana y la franela.
Adiós nórdico, hola colcha
Por mucho calor que haga la cama tiene que estar vestida y bien vestida. Dejamos atrás las fundas nórdicas, las mantas y los edredones para dar paso a las colchas. Ésta cumple una función decorativa, protege las sábanas y además puede ir fenomenal para cubrirnos en las noches que refresca mucho o para las épocas de entretiempo.
Eso sí, hay infinidad de diseños y tejidos en las colchas, por lo que es importante dedicar tiempo a combinar correctamente la misma con el estilo de la habitación.
Para la época de verano es preferible que optes por colchas finas, mientras que si la quieres también para las épocas de entretiempo son preferibles las acolchadas, que también quedan mejor con habitaciones más clásicas.
Demos la bienvenida al lino
El lino es uno de los tejidos que están presentes durante cada temporada de verano, ya comienzan a avisarnos de su proximidad en primavera y en la época estival lo encontramos en su máximo esplendor para la ropa de cama y también nuestros looks diarios.
Te recomendamos el lino puesto que se trata de un tejido transpirable, absorbente y te permitirá estar más fresco. Además, la forma de esta tela nunca es completamente lisa, tiene un arruga particular y especial que de por sí la hace ideal para la decoración de cualquier espacio.
Un viaje al Mediterráneo
Si quieres sentir que tu dormitorio te traslada a las islas griegas, nada como combinar el color azul con el blanco para conseguir un espacio que irradie tranquilidad, sosiego y que sea como un viaje de descanso.
Las paredes en color blanco, personalmente, siempre me parecen un acierto pues nos permiten combinarlas con todos los colores, de esta manera es mucho más sencillo cambiar la decoración de la habitación y sus colores sin grandes contratiempos.
En cuanto a la ropa de cama, qué mejor que apostar por un juego de sábanas de calidad azul que te inspire. Puedes encontrar un azul marino y profundo, azules turquesas que recuerdan a las aguas de Sardegna o un azul cielo que parece traído de aguas cristalinas. Tienes infinidad de colores y propuestas, pudiendo combinarlas entre ellas mismas a través de las sábanas, los cojines, cortinas, objetos decorativos…. A tu elección.
Un dormitorio en tonos cálidos
Una propuesta de decoración para el dormitorio completamente diferente son los colores y tonos cálidos. Un color que se está llevando muchísimo esta temporada es el amarillo en todas sus versiones, pudiendo encontrar tonalidades oro, más anaranjadas, tipo mostaza, más próximas al limón… Hay muchísimas propuestas y todas muy interesantes, todo depende del resto de la decoración y de los colores que hayas incluido.
Por ejemplo, a una tonalidad oro o mostaza se la puede combinar fácilmente con cojines en tonalidades teja, rosa palo, blanco roto, algún toque turquesa para contrastar… Las opciones son infinitas y muy llamativas.
Como mínimo un par de cojines
Ya sabemos que la almohada está muy bien pero los cojines siempre son necesarios. No se trata únicamente de un objeto decorativo, que también y pueden aportar mucha vitalidad a la estancia, si no que también son totalmente funcionales para leer, para descansar las piernas, para echarse una siesta….
Los cojines son un plus y, si escoges una buena combinación, veréis que podéis conseguir un espacio súper armonioso o todo lo contrario, generar un contraste de esos que convierten un dormitorio en algo grandioso.