Cómo hacer de tu salón un espacio más funcional y acogedor

Seguro que te encantaría tener uno de esos salones enormes con los distintos ambientes bien diferenciados y poder invitar a un montón de gente a comer, cenar o incluso montar una fiesta en la que todos estuvieran cómodos y sin agobios.

Pero, por los metros cuadrados que tiene tu vivienda, estas opciones son inviables. Entre el espacio y todo lo que tienes en el salón, te da la sensación de que ya no tienes espacio para nada.

Cuando los metros no sobran, la búsqueda de la amplitud y la luminosidad se convierte en prioritario y comenzamos a buscar elementos que se adapten al espacio disponible y ocupen lo mínimo.

Esto no quiere decir que renuncies a una librería, una estantería o una mesa de centro, sino que debes apostar por muebles adaptados a espacios pequeños o más versátiles como un sofá o puff con espacio de almacenaje.

Si quieres que tu salón mini parezca más grande, sigue leyendo porque en este post te vamos a ayudar a conseguir más metros y amplitud sin tener que cambiarte de piso ni meterte en grandes obras.

Ganar espacio en un salón pequeño es muy fácil, ¡ya verás!

Trucos para tener un salón más funcional y acogedor

El salón es uno de los espacios de la casa donde más tiempo pasamos. Es el lugar idóneo de reuniones con amigos y familia, de ocio y también de descanso. Por eso, hay que dedicarle un poco más de tiempo a su decoración y diseño para conseguir un espacio cómodo, funcional y estético.

Apuesta por un sofá cama

Si tu piso es de una habitación, pero de vez en cuando te apetece que vengan amigos a pasar el fin de semana, don´t worry.

Los sofás cama suelen ser muy funcionales y cómodos. Además, tienen un estilo de lo más elegante y peculiar. Todo depende de la decoración que hayas elegido en tu casa.

Es más, si ya dispones del sofá cama, pero no tienes colchón, sea por la razón que sea, puedes comprar sin problemas colchones para sofá cama. ¡No te lo pienses más!

Mantén una buena distribución

Una buena distribución hará que tu salón se vea más grande. Puedes colocar el sofá y las butacas o sillones arrimados a la pared, de manera que el centro del salón quede lo más liberado posible.

Respeta las distancias entre los muebles para que puedas tener el espacio suficiente para moverte con comodidad. A la hora de decorar no satures mucho las paredes con cuadros y redistribuye los distintos objetos para que corra el aire entre ellos.

A veces, menos, es más.

Apuesta por la luz natural

La luz natural es un punto clave a la hora de dar luminosidad y amplitud a nuestro salón. Por eso, para las ventanas, una buena opción es elegir cortinas de tejidos claros y muy livianos que filtren la luz natural.

En el resto de textiles, elige tapicerías de colores blancos y tonos claros como beige, gris claro o blanco roto. Siempre darán más luminosidad.

Mantén libre el espacio frente a las ventanas para que nada le impida el paso a la luz.

Coloca alfombras

Las alfombras dan una mayor sensación de confort y calidez, lo que hace que apetezca quedarse horas en el sofá viendo una película o leyendo un buen libro.

Es un elemento decorativo muy necesario si queremos tener un espacio cómodo y estiloso.

Es más, si compartes salón con cocina o salón con comedor, es importante delimitar los distintos espacios, por muy pequeño que sea el espacio. Para ello utiliza alfombras de tonos neutros y claros que los diferencian visualmente.

Muebles funcionales

Puedes usar mesas de centro que puedas mover de un lado del salón al otro según te convenga. Las mesas auxiliares con hueco son ideales para guardar revistas o libros.

Si no quieres una mesa como tal, puedes apostar por baúles que en ocasiones también pueden hacer la función de mesa y tienen un hueco enorme para meter cosas.

Otra opción puede ser los taburetes que pueden servirte para apoyar objetos o como mesa si lo necesitaras.

Aprovecha los huecos

Localiza un rincón muerto en tu salón y aprovecha todo su potencial adaptando un mueble al espacio disponible, como, por ejemplo, un banco o un zapatero debajo de la ventana. Una estantería a modo de librería. Un pequeño escritorio para estudiar y trabajar.

Incluso, aprovecha el radiador para poner un cubreradiador de pared a pared para colocar libros o plantas.

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