La limpieza y desinfección del suelo son tareas esenciales para mantener las buenas condiciones en el hogar. A lo largo del día, la suciedad se acumula en las habitaciones y no tomar las medidas adecuadas puede afectar, con el paso del tiempo, a los niveles de higiene y salubridad de la casa, pues los gérmenes y las bacterias brotan. Las acciones para limpiar y desinfectar los diferentes tipos de suelos presentes en una vivienda incluyen tanto el empleo de productos especializados como el trabajo con las aspiradoras a vapor, un artículo de limpieza muy eficaz y que se adapta a todas las superficies.
Precisamente, el uso de la aspiradora es uno de los primeros pasos que se deben ejecutar para llevar a cabo este proceso. Si antes de pasar esta máquina, dedicamos unos minutos a barrer el suelo, puede ser una buena idea; si bien las aspiradoras de calidad pueden realizar esta función por sí solas. Esta acción es fundamental, pues elimina toda la suciedad superficial. Es recomendable, antes de pasar al fregado del suelo, abrir las ventanas de la casa. Los muebles y el piso pueden liberar gases nocivos, y el uso de productos fuertes de limpieza podría reforzar este riesgo. La solución para mitigarlo es airear las habitaciones, que se consigue con la apertura de las ventanas.
Una vez se ha pasado la aspiradora, hay que realizar la labor de fregado. El calor elimina las grasas acumuladas con una mayor facilidad, si bien tiene un riesgo: puede afectar al rendimiento de los agentes del producto. Por ello, es recomendable colocar el agua utilizada para fregar a una temperatura tibia. Se llena medio cubo y se utiliza un jabón neutro o un poco de lejía. Cada suelo presenta sus particularidades y hay que tenerlas en cuenta.
Aspiradora a vapor según el suelo
El parquet es uno de los modelos de suelo más comunes en las viviendas españolas, pero esta generalización no le resta exclusividad en los cuidados. Un excesivo uso de agua puede dañarlo, así que la mejor elección es barrer con la mopa y aspirar con la aspiradora. Esto podría ser suficiente en la mayoría de las ocasiones, si bien no hay que descartar una limpieza un poco más profunda de vez en cuando. En ese caso, se puede utilizar un paño humedecido con agua templada y acompañado por algún producto especializado. El uso de la fregona no se recomienda, en este caso. El color brillante se consigue en el parquet mediante el empleo de aceites concretos.
El linóleo es otro de los materiales más comunes en los hogares. Al igual que el parquet, este suelo no debe ser mojado con facilidad, pues podría afectar su resistencia. Aquí, en cambio, la fregona tiene más margen que actuación. En cualquier caso, hay que emplear poca cantidad de agua. Los detergentes potentes se descartan. El vinilo también es un suelo que está muy presente en las casas. Responden muy bien a una única pasada de la aspiradora y, para una limpieza superior, se puede utilizar agua caliente con un producto de desinfección.