Un colchón viscoelástico es la combinación de la viscoelástica con la espuma, puesto que un colchón viscoelástico 100% no existe ¿lo sabías? En este artículo te contamos más detalles interesantes e importantes sobre este tipo de colchón para que puedas hacer una buena elección para tu descanso.
Una de las grandes curiosidades, y para muchos una incógnita, es que el núcleo central del colchón viscoelástico es de espuma, no de viscoelástica, y que incluso puede contener alguna capa más de espuma como aditivo. De esta forma, si el núcleo es la espuma, podemos decir que la parte superior, llamada tapa, es de viscoelástica. La tapa puede cambiar de grosor o tener un mayor o menor porcentaje, pero nunca se tratará de un colchón fabricado exclusivamente con este material.
Cómo elegir un colchón viscoelástico
De forma muy resumida, te compartimos todo lo que hemos aprendido de los colchones viscoelasticos de Dormity que te ayudará a saber en qué aspectos has de fijarte para hacer una buena elección:
Densidad de la viscoelástica
El primer punto en el que has de fijarte es en la densidad de la viscoelástica, que se refiere al porcentaje por metro cúbico que contiene de viscoelástica el colchón. La densidad hará que hablemos de unas u otras prestaciones.
El grado de firmeza de un colchón lo da la espuma, no la viscoelástica. Generalmente, se suelen optar por densidad y firmeza medias, que se traduce a 30 y 40 Kg/m3 de espuma. ¿Esto es en lo único que hay que fijarse? No, pues también la calidad de la espuma y su porosidad, así como el hecho de cómo ha sido construido, tendrá influencia sobre el nivel de firmeza.
Viscoelástica en una o dos caras del colchón
Como señalábamos antes, la viscoelástica está en la tapa, no en el núcleo, por lo que puedes encontrar colchones con una o dos tapas. Desde Dormity nos cuentan que ellos aconsejan los colchones de una sola tapa para que el propio material pueda recuperarse y el colchón dure más tiempo con todas sus propiedades para el descanso.
Cómo elegir un buen colchón viscoelástico
Hay colchones de alta gama, de gama media y de gama baja dentro de los colchones viscoelásticos, siendo todos una buena elección pero con diferencias.
Una de las primeras diferencias la encontramos en la conservación del colchón. Un colchón de viscoelástica debe durar de 5 a 10 años pero serán los de gama alta los que se mantengan en mejor estado hasta el final de su vida útil.
Tratamientos de los materiales
La siguiente diferencia se encuentra en la calidad de los materiales, que también marcarán una importante diferencia. Hay que tener en cuenta que los diferentes materiales pueden recibir tratamientos como, por ejemplo, Outlast (tiene que ver con la termorregulación del colchón), NanoBionic (relacionado con la circulación sanguínea y recuperación muscular), entre otros, que están destinados a mejorar la calidad del descanso.
Esto también nos recuerda lo que señalábamos en el punto anterior, más importante que la densidad de los materiales es la calidad de los mismos.
Capas intermedias
El uso de capas intermedias es para que el colchón tenga alguna propiedad extra. No se trata de a mayor número de capas mejor colchón, puesto que el núcleo siempre es lo más importante, pero sí que has de tener en cuenta qué tipo de capa intermedia tiene.
Perfilados
Los perfilados están diseñados para ofrecer un colchón que se adapte mejor al cuerpo y resulte más cómodo. Esto está más presente en los colchones personalizados.
Capas superpuestas
Las capas superpuestas se centran en el núcleo del colchón, diseñado para que resulte mucho más cómodo pero sin perder firmeza.
Tejidos y cierre
Su calidad afecta tanto a las sensaciones que tenemos al tumbarnos (por ejemplo, el tacto) como también a su duración, consiguiendo -o no- una estructura que perdure durante años.
Extras
Como antes señalábamos, cada colchón puede contar con algún extra que pueda beneficiarte en tu descanso. Solo has de tener en cuenta qué es lo que necesitas y puedes encontrar un colchón que lo cubra o te ofrezca mayor bienestar.